Hilos de Fique. Por: Eric Barbosa. (La Vega-Cundinamarca).
La planta de fique se encuentra en la mayoría de las regiones de Colombia y con sus fibras se ha tejido gran parte de la historia nacional. Solo se necesita echar un vistazo a nuestra cultura material para percibir que el fique ha estado allí, como un obrero anónimo, brindando soporte a la existencia colombiana sin que mucho se le reconozca. Así, por ejemplo, de hilos fique se hicieron y se hacen los costales con los que se transporta el café que conecta al país con la economía internacional. Con cuerdas de fique se amarraron las diversas mercaderías que los arrieros trajinaron por las ariscas montañas de los Andes; y con sogas de ese mismo material se direccionaron las mulas que llevaron las cargas. De hecho, las cuerdas de fique han sostenido tanto, que hasta han servido para amarrar los pantalones de quienes no se podían dar el lujo de un cinturón de cuero y las cotizas de cabuya hicieron lo propio cuando se fomentó el uso del calzado.
Si uno lo piensa un poco, el fique tiene que ver con conexión, con unidad, con enlazar y entrelazar lo que se encuentra separado. Pero también tiene que ver con herencia, especialmente con herencia indígena, campesina y popular. Mientras las élites económicas hicieron todo lo posible por acallar lo propio mediante artículos suntuarios traídos desde exterior, los hombres y las mujeres que trabajaron la tierra, surcaron los montes y construyeron el país, mantuvieron los saberes ancestrales y tejieron comunidad pese a los discursos que buscaron soterrar el pasado prehispánico. Los hilos de fique hacen parte de esos saberes que aun resisten y mantienen unida a la sociedad desde abajo. Por ello, el fique también tiene que ver con resistencia.
En este semanario reivindicamos a los hilos de fique por su capacidad de tejer comunidad y resistir a los embates que buscan descomponerla. Más en circunstancias como las de ahora, cuando nos encontramos inmersos en un sistema que propone la no-sociedad y un sálvese quien pueda. Hilos de Fique fue el nombre que escogimos porque, como aquellas fibras naturales, buscamos tejer sociedad y hacerles frente a las circunstancias que buscan quitarles la expresión a quienes desean hablar. Creemos que las palabras tienen la virtud de generar nuevos mundos posibles y brindan la posibilidad de reconocernos como parte de una misma historia con identidades y perspectivas compartidas. Por ello las defendemos como forma de pensamiento y acción.
Esta iniciativa hace parte de la Colombia Humana, una agrupación política de ciudadanos autónomos, que se encuentran interesados por participar en los asuntos sociales de la región del Gualivá y del país en general. Aunque adscrito a dicho partido, este proyecto supera los análisis políticos (que, por supuesto, estarán incluidos) y busca convertirse en una plataforma incluyente y calificada para resaltar la voz de distintas experiencias. La historia, los temas ambientales, la economía, la poesía o la denuncia de una situación particular estarán incluidas, así como otros enfoques y estrategias de comunicación. En ese sentido, todas las temáticas serán bienvenidas y bienvenidos son aquellos y aquellas quienes tienen algo que decir en pro de nuestros territorios y en favor de una ciudadanía más crítica y unida. Como los hilos de fique, buscamos tejer huellas y palabras.
Espero que las directivas de este blog sigan publicando artículos tan aleccionadores y de invitación al cambio radical que requiere tanto nuestra vida personal como colectiva y eso se logra mediante la educación política constante, como bien lo plantea el maestro Barbosa, los hilos de fique son la tejedura de ese gran canasto social que estamos zurciendo con mucho amor y perseverante dado que el proceso es muy largo para erradicar costumbres y alienantes que tenemos incrustados por milenios...
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