Editorial. Odiosas comparaciones. Por: Eric Barbosa. (La Vega-Cundinamarca).
El año 2023 comenzó muy activo para la región del Gualivá en al menos dos municipios: La Vega y San Francisco. En ambos hubo interesantes eventos con los que se supuso poner a las comunidades locales a tono con el gobierno del cambio. Sin embargo, el “cambio” no siempre significa lo mismo para todos y, de hecho, en ocasiones puede significar “más de lo mismo” o “los mismos con las mismas” dependiendo el lugar desde donde se mire. Justamente, lo sucedido en dichas municipalidades registra dos maneras divergentes de comprender la nueva etapa de la historia nacional.
Empecemos por San Francisco. El día de ayer, 21 de
enero, se llevó a cabo un interesante conversatorio titulado “Hablemos de
educación”. El evento se realizó en un acogedor café llamado El Gato2
y todo el mundo estuvo invitado. Asistieron docentes universitarios, de las
escuelas locales y aquellos dedicados a la primera infancia, pero también
estuvieron presentes algunos líderes comunitarios, estudiantes de distintos
niveles educativos y ciudadanos convencidos del papel que desempeña la
educación para el desarrollo cultural de la sociedad.
El diálogo fue organizado por Luis Ángel Escalante
Lapouble S.A.S., una pequeña empresa de comunicaciones que, justamente, generó
las condiciones para la comunicación ciudadana. El invitado central fue Ricardo
Moreno, una persona que resulta poco conocida para la opinión pública pero que
le habla al oído a Alejandro Gaviria, pues es el asesor del Ministerio de
Educación para los asuntos ligados con la educación superior.
El señor Ricardo Moreno hizo una exposición detallada
de los proyectos, planes y retos que tiene el Gobierno Nacional en materia educativa.
Habló, por ejemplo, de la reestructuración del Icetex, de la necesidad de
reforma al Sistema General de Participaciones y de los cambios que necesita la
Ley 30 de educación superior. La discusión se tornó amena, los participantes presentaron
propuestas de todo tipo, desde cambios en las mallas curriculares hasta estrategias
para incentivar la participación de los padres de familia en la formación
escolar de sus hijos. Se llegaron a acuerdos precisos, uno en particular llamó
mi atención: revisar si la propuesta de construir una universidad para el
Gualivá quedó en los diálogos regionales vinculantes. Si es así, sería posible aunar
esfuerzos para hacerla realidad con mayor prontitud.
En general, del evento de San Francisco destaco que
todos los asistentes pudieron hablar sin ningún tipo de discriminación y se
brindaron las condiciones democráticas para el debate y la divergencia de
ideas. Precisamente, la noción de “cambio” que prevaleció fue una en la que se
privilegió el contraste de pensamientos, las relaciones horizontales y la
participación de la ciudadanía libre o vinculada a procesos comunitarios,
populares o de sectores socioeconómicos específicos, en este caso: el de la
educación. No hubo consignas políticas, ni pancartas, ni declaraciones
grandilocuentes de partido, pero sí iniciativas serias y concretas.
Además, la presencia del señor Moreno -en su rol de representante
del Ministerio de Educación- asegura que las propuestas locales sean escuchadas
en los espacios gubernamentales de decisión. En otras palabras, no se trató de
un diálogo baladí porque sus conclusiones fueron recogidas por un integrante de
la institucionalidad estatal y, como tal, deberán tener una respuesta legal.
(El conversatorio completo se puede ver en: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=508318388104422&id=1510902935&mibextid=Nif5oz)
Pasemos a La Vega. Para el día 14 de enero se convocó
una reunión “del Frente Ampliado con el Dr. Gustavo Petro Sierra”. A diferencia
del caso anterior, el invitado central tuvo un nombre más conocido por todos,
se trataba del “primer padre de la nación”, el papá del presidente Petro. El
evento fue convocado por Myriam Ulloa de Eslava, quién hace parte de las élites
tradicionales del municipio y que, esta vez, se presentó como coordinadora del “Nodo
Colombia Humana La Vega”. Justamente, los asistentes se encontraron en la finca
La Gaviota de la vereda El Cural, que es propiedad privada de la familia de Ulloa.
La invitación se hizo para todos los vegunos, se difundió por algunos grupos de
redes sociales y se planteó con el objetivo de “tratar temas de interés común
para la región del Gualivá”.
Para ser franco, esta convocatoria llamó mucho mi atención,
pero decidí no asistir por al menos tres motivos que ya marcan diferencia con
lo acontecido en San Francisco: 1) Me parece que el señor Gustavo Petro Sierra
es bienvenido a La Vega todas las veces que guste visitarnos y tiene el derecho
de asistir a todos los eventos políticos que quiera. Sin embargo, y hasta donde
dan mis luces, los integrantes de la familia presidencial no son representantes
del Estado colombiano. Yo voté por Gustavo Petro Urrego y Francia Márquez, por tal
motivo reconozco a todos los miembros designados por ellos según las
condiciones legales y aspiraría a mantener diálogo con personas ubicadas en
cargos públicos. No voté por una familia en específico, Colombia no es una monarquía
constitucional. Así, supuse que las discusiones que eventualmente se llevarían
a cabo no tenían fuerza legal vinculante al no realizarse con integrantes del Gobierno
nacional. Antes bien, sí se prestarían para fomentar clientelismos y/o procesos
pocos transparentes, que es justamente lo que se intenta superar. Los consensos
comunitarios no pueden depender de si el presidente le hace caso a su papá.
2) Según los estatutos del Partido Colombia Humana, no
existe la figura de “coordinador de nodo”, lo que existe son coordinadores que
intentan generar vínculos y acciones conjuntas entre los militantes del Partido
que habitan en un mismo territorio. Para el caso de La Vega, el coordinador es
el señor Víctor Hugo León, quién fue elegido en la Asamblea municipal de
Colombia Humana realizada el 13 de noviembre de 2022. Esa ha sido la única
Asamblea convocada públicamente y que produjo resultados después de un proceso
participativo y democrático. La señora Myriam Ulloa ni siquiera asistió a dicho
evento, por tanto, no es posible que ostente el cargo de “coordinadora”, a
menos que se trate de una arbitrariedad de su parte y que desconozca las
discusiones y consensos de sus propios coterráneos.
3) Así como es ilegítimo el cargo autoimpuesto de “coordinadora”, es ilegítimo que se convoque a una reunión del “Frente ampliado” usando la figura de Gustavo Petro Sierra para legitimarla. No tengo idea si el padre del presidente era consciente de lo que estaba sucediendo, pero su nombre estaba siendo utilizado para legitimar un idea que no se ha discutido en democracia ni por el Partido en general ni por los militantes de La Vega en particular. Un Frente Amplio es una propuesta que, palabras más, palabras menos, permite que los militantes de la Colombia Humana busquen alianzas con distintos partidos políticos en circunstancias en las que, definitivamente, no hay otra posibilidad para participar en el proceso electoral que se avecina. Pero sería apresurado considerar que en La Vega ese es el caso. Aquí, durante la segunda vuelta presidencial del 19 de junio de 2022, hubo 2,416 votos por la fórmula de Petro/Márquez, es decir, 2,416 ciudadanos que deberían ser convocados para discutir y decidir cómo participar en las elecciones del 2023. De hecho, el propio partido, Colombia Humana, ha ordenado que en febrero de este año se convoquen nuevas Asambleas para elegir coordinadores y decidir este tipo de cosas.
Pero, saltándose todo proceso democrático, a la casa de la señora Ulloa
se invitaron integrantes de la política tradicional y de otros partidos
políticos; y así ocurrió, “viejos zorros” de la política departamental, que han
saltado de partido en partido sin ruborizarse, ahora se encontraban hombro a
hombro con el papá del presidente bajo el sustento del Frente Amplio. Es decir,
una coordinación local autoimpuesta prefirió hacer alianzas con los politiqueros
de otros partidos y externos al municipio, antes que incentivar el diálogo
vecinal democrático con los integrantes del partido que dice representar. Pero
eso no es para extrañarse. Resulta lógico si se piensa con algo de atención: si
no se tiene apoyo de los militantes del partido, se deben buscar medios pocos
éticos y alianzas cuestionables para imponerse en los cargos pese a las
decisiones de las mayorías locales.
Estos fueron mis motivos principales para no
participar -y bueno, que estuve de cumpleaños ese día-. Pero no me arrepentí de
mi decisión, en especial, después de conocer el comunicado público que divulgó la
señora Luz Marina González del Partido Colombia Humana de Cota. Según Luz
Marina, atendió a la cita del 14 de enero en su rol de militante legítima del
partido para “verificar la idoneidad de dicha reunión y ver el ramillete de
personajes”. Sin embargo, una vez llegó al predio, fue expulsada de la reunión.
A continuación, cito las propias palabras de González desde el momento en que
llegó a la finca La Gaviota:
“…la señora Miryam Ulloa, la
convocante, me vio y exclamo (sic): “llego
(sic) Luz Marina”, ingresó a la casa, cerró tras de si (sic) la puerta, me fui
a tomarle una foto a una pancarta donde decía
Nodo CH [Colombia Humana] La Vega, otra pancarta del PH [Pacto
Histórico] y otra del F.A (sic) [Frente Amplio]
En ese momento salió de la
casa la señora Alejandra Rodelo, (quien fue elegida como suplente del
coordinador del Nodo de La Vega, el señor Víctor Hugo León, en asamblea
realizada y certificada por comité de acreditación (sic).
La señora que fue como
representante de la señora Miryam Ulloa, en dicha asamblea, me abordó de una
forma desobligante y dijo: “señora Luz Marina (sic), mostrándome la puerta de
salida, vocifero (sic) “usted no es benvenida (sic), no puede estar acá, se
sale ya, no es persona grata!” le respondí, tranquilamente, estoy acá por la invitación
publicada en el grupo de whatsaap (sic).
Soy militante de CH y por tal motivo verificaremos la legitimidad de
esta convocatoria y de su convocante, pues no pertenece a ningún nodo de la
Vega. Ella aún más aireada (sic) y muy descortésmente me gritó: “se sale o la
hago sacar de la Policía”, le marqué a Juan Carlos Núñez y ella, seguía
gritando; él me dijo que se la pasaba (sic) al teléfono (sic) pero ella se negó,
iba a grabar e intentó de manera violenta arrebatarme el celular argumentando
que yo estaba usurpando propiedad privada, se acercó una dama del grupo de ella
y me amenazó de nuevo con la policia (sic) que empezó a acercarse, atemorizada
y humillada me retiré del lugar.” (El
documento completo se puede leer en esta misma edición de Hilos de Fique).
A la señora Luz Marina personalmente la conocí en la
Asamblea municipal del 13 de noviembre de 2022. Su rol en dicha reunión fue el
de verificar que el proceso de elección de coordinador en La Vega se realizara
de manera democrática y de acuerdo con los protocolos del Partido. Desde
entonces ha sufrido cierta persecución por avalar una asamblea que se hizo de
manera legal. De hecho, se le ha acusado de intervenir y manipular a los
asistentes a esta última reunión, quienes no eligieron a una persona ausente y
que no había convocado a ninguna Asamblea democrática y según los criterios del
Partido. La acusación es odiosa, pues indica que los vegunos no tenemos
criterio propio y que no podemos adelantar ningún proceso sin que alguien nos
ordene o mande. En últimas, es insultar la inteligencia de las personas que
estábamos allí, quienes de forma libre y participativa asumimos una
responsabilidad ciudadana y como militantes de Colombia Humana
Ahora, a Luz Marina se le expulsó como a una criminal
de un evento político y del partido del presidente. Pese a que Gustavo Petro Urrego
ha dicho en múltiples ocasiones que aquí nadie sobra y que la discusión debe reemplazar
todo tipo de violencia, se echó a una persona de una reunión en la que estaba
participando su padre. Ahí sí se justificó la condición “privada” del espacio
donde se llevó a cabo el evento. Entonces, ¿cualquiera que opinara diferente a los
propietarios de la casa serían echados pese a que la reunión tuviera los logos
del partido de gobierno? ¿Quienes organizaron este evento no están preparados
para la discusión política y sí para las vías de hecho? ¿La exclusión de
quienes opinan diferente es lo que justifica el “cambio” en La Vega? Si eso es
así, me da vergüenza ajena hacer parte de un partido que permite este tipo de
cosas.
Excellente articulo
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