Reforma a la salud, marchas y medios de comunicación. Por: Iván Barbosa. (La Vega-Cundinamarca).


La reforma a la salud viene causando revuelo en el país sobre todo por la complejidad del asunto. La salud es, tal vez, el tema más sensible e importante en una sociedad, o lo sería, de no ser por la idolatría generalizada al dinero. De hecho, los malestares generados por la reforma tienen que ver con el control de los dineros de la salud. Actualmente, los dineros públicos se reparten entre las EPS según la cantidad de afiliados que tengan y estas le dan el manejo al dinero según sus propios criterios, siendo estos en la mayoría de los casos criterios de carácter personal.

Desde que entró en vigencia la ley 100 de 1993, cuyo ponente fue Álvaro “el matarife” Vélez, la salud dejó de ser un derecho fundamental para la vida y el bienestar de la población para convertirse en un servicio y en un negocio. Fue así como privatizaron un derecho fundamental de los colombianos para llenarse los bolsillos con el dinero público y a costa del sufrimiento de la gente. No solo privatizaron la salud, nos privaron de ella.

Al margen de las marchas acaecidas esta semana en el país que en su gran mayoría fueron en respaldo a las reformas que se vienen realizando desde el gobierno, queda claro que esas reformas generan malestar entre los ricos y poderosos que, a su vez, son los dueños de las EPS, mientras que llenan de esperanza a los más humildes, a quienes viven en la periferia, en el campo, a quienes no ganan lo suficiente para pagar una afiliación, a la gente del común. No vamos a decir aquí que todo lo que hace el gobierno es perfecto, pero sí voy a afirmar contundentemente que la reforma a la salud es vital para la construcción de un país en paz, con bienestar y verdaderamente humano.

Los medios de comunicación privados nos dirán todo lo contrario, que el país no está preparado para semejante cambio, que las instituciones no tienen la capacidad para administrar todo el país, que hay muchos vacíos en la reforma, que como le van a hacer para dignificar a los médicos, que Petro está improvisando y un largo etc... Cuando la verdad es que la reforma a la salud es uno de los cambios más necesarios. Estamos cansados de pagar y pagar planillas todos los meses para recibir una atención deficiente, como si nos la estuvieran regalando de caridad.

Para ver a un especialista e iniciar un tratamiento puede pasar un año entero haciendo los trámites, pero si usted se atrasa un mes le empiezan a cobrar intereses por mora. Mientras tanto los que tienen plata y pueden pagar medicina prepagada tienen derecho a saltarse las largas filas, recibir atención inmediata y de calidad con el trato más humano y en las mejores clínicas según su conveniencia. Cada vez son menos las personas que se dejan engañar por las mentiras de los medios. Cada vez son más evidentes los intereses y la manipulación de la información. Nos quieren vender la idea de que la reforma a la salud es una abominación y que las pobrecitas EPS, que tanto bienestar le han traído al pueblo colombiano, que los hospitales públicos no funcionan, que lo público no funciona.

La tarea es informarse de fuentes diversas y no tragarse entero nada. Leerse las reformas y estar atento a los debates en el congreso. Sobre todo, hacerse consciente de que los colombianos nos merecemos acceso a atención en salud de calidad, con hospitales bien dotados, tratamientos oportunos, los mejores medicamentos para cada dolencia y para toda la población. Cambiar de política significa también cambiar de mentalidad, pensar que sí se puede tener una vida digna y plena, con trabajo bien remunerado, buena alimentación, educación de calidad, bienestar para nuestros abuelos. Pensemos y construyamos un país en paz, un país justo y próspero, un país potencia mundial de la vida.

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