Llegaron los mentirosos. Por: Julio Guasca. (Soacha-Cundinamarca)

 


Escuchaba una canción de música carranguera, que de paso sea dicho desde mi inclinación por la geografía siempre me transporta a los paisajes andinos, donde preponderan las cañadas de agua cristalina desprendiéndose de las laderas de las montañas, mismas que están cubiertas de un manto de niebla y donde se ven extensos potreros en los que apaciblemente  pasta el ganado.

La canción se llama “Los mentirosos” de la agrupación musical Jacinto y sus hermanos, en dicha melodía con un aire satírico sobre la práctica de hacer politiquería, se lanzan una serie de críticas en las que principalmente se señala a los mentirosos o los polítiqueros de oficio de destruir la vida tranquila o sabrosa que se vive en los pueblos y zonas rurales del país. En síntesis en la jocosa canción son las promesas y las determinaciones despóticas de quienes ostentan el poder, los que están llevando a una aguda crisis social y política al grueso de la población.  Es así que la verdadera música popular, es la que transmite las expresiones culturales del pueblo,  que resuenan a ritmo de aires folclóricos  y algunas de ellas son expresiones de denuncia social y política, tal como ocurre con la canción en cuestión.

Todo lo anterior se constituye en una breve introducción para decir que en los próximos días empezará un carnaval de campañas políticas que prometerán lo imposible, en donde los polítiqueros que despiertan cada 4 años de las catacumbas del poder y la comodidad, repetirán sus consabidos discursos en donde el pobre, el campesino, la mujer y la niñez se convierten en el centro de su supuestas y “nobles preocupaciones”. Entonces empezaran a llegar a los barrios marginales, a las veredas y pueblos con su comitiva repartiendo sonrisas y abrazos sentidos. Llegarán entregando camisetas, kits, mercados, o en su defecto dinero. Muchos empezaran a llenar grandes escenarios para tomarse la foto desde la tarima con la multitud de fondo, para luego difundir la imagen en las redes y así enviar rotundos mensajes a los opositores del espaldarazo que el pueblo les está dando.

Sumado a lo anterior, es altamente probable que el votante incauto vuelva a dar su apoyo a todos estos demagogos, influidos por la impresión mediática que han generado sus campañas, puesto que ahora el marketing político se enfoca en atrapar la atención del elector como si se tratará de un potencial consumidor, estrategia de mercantilización en la cual se le vende muy bien la imagen del politiquero. Es lamentable que el mundo del consumo haya desdibujado toda acción política encaminada a la crítica, enfocándose en los planes de gobierno e ideales.

En estos dos meses y medio de campañas se verán las tramas, las complicidades, las renuncias planeadas para sumarse a otras campañas como aparentando unión y fraternidad, estrategias planteadas previamente para causar impacto mediático. Veremos como a algunos políticos decentes les destapan aspectos sensibles de su vida personal o calumnias para desprestigiar y sabotear su posible llegada al poder. Seguramente asistiremos a una competencia política en la que se acudan a todas clases de artimañas para sofocar las trayectorias de aquellos pocos políticos que a punta de procesos sociales de base se convierten en una amenaza para los politiqueros de oficio, quienes han detentado el poder local y regional desde hace décadas.

En ese orden de ideas, y volviendo a la canción comparto algunos fragmento:

 

“Tan rico que era mi pueblo

Yo vivía al acomodo,

 Llegaron los mentirosos y acabaron fue con todo”


“Le suben a los servicios

Y también a los impuestos

Más garrote para el pueblo y dicen que son honestos

Con el saludo en el hombro

Ya me duele la paleta

Pal carajo mentirosos ya no les como carreta” 

En conclusión,  pese a que muchos conocemos las mezquinas estrategias que los  politiqueros utilizan, lo cierto es que una buena mayoría de ellos saldrán elegidos, debido a la mercantilización de la política en que todo lo invertido en campañas deberá ser devuelto con creces, a la demagogia crónica de las campañas y a la consecución de votos por medio de terceros, que son los compradores de votos o los traficantes de cargos y contratos quienes a cambio de ofertas de empleo en futuros gobiernos, persuaden a otros para que les consigan un numero alto de electores. En estos meses de campaña oficial la política será una feria, el problema es con ella llegaron los mentirosos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El retorno de los ameritas. Por: Nicolás Castro. (Chía-Cundinamarca)

La muchacha. Por: Nicolás Castro. (Bogotá-Distrito capital)

Extraño. Por: Nicolás Castro. (Bogotá, Colombia)