Mi voto de confianza. Por: Eric Barbosa. (La Vega-Cundinamarca)
Por razones que todavía no pretendo difundir ampliamente,
en el próximo mes de octubre no podré participar ejerciendo mi derecho al voto
en las elecciones locales. No obstante, dicha condición me posiciona en un
punto relevante para participar de otras maneras. Como lo he expresado en columnas
anteriores, últimamente he afinado mis sentidos en busca de candidatos o candidatas
que pudieran ser interesantes o capaces de aportar algo nuevo; incluso si se
trata de personas inscritas en partidos diferentes a Colombia Humana. En esa
lógica, alguna vez me expresé sobre la postulación de Carolina Gavilán para la
Asamblea de Cundinamarca, a quién le sigo augurando éxitos en todos sus
proyectos con el partido Fuerza Ciudadana. Sin embargo, en esta ocasión voy a
hablar sobre otra candidata: se llama Laura Alejandra Riveros Torres y se está
postulando para el Concejo de La Vega -mi pueblo natal- por el Partido Liberal.
Para ser franco, no he tenido la oportunidad de hablar
ampliamente con Laura, pero sí he conocido parte de su trabajo. Se trata de una
mujer joven y emprendedora. Durante este año, se ha venido desempeñando como la
presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Rosario Alto; posición
que alcanzó gracias al apoyo popular espontáneo y a su liderazgo comunitario.
Laura ha jalonado proyectos de relevancia ambiental y social, por ejemplo, ha incentivado
la construcción de semilleros para reforestar el sector con árboles nativos, estimuló
la compra de lámparas solares para iluminar las noches de sus vecinos y ha organizado
jornadas de trabajo para mejorar los caminos de la zona. Es una persona con
ideas, proyectos y la energía para hacerlos realidad.
Por supuesto, como les sucede a los rostros jóvenes en
la política, más cuando se trata de mujeres, Laura ha experimentado algunas intimidaciones
que intentan impedir su avance. Son las cosas que hacen los liderazgos
anacrónicos, que buscan atornillarse en las posiciones de poder y que no
soportan el progresismo de las nuevas generaciones. Pero ella ha salido
adelante con tesón, fortaleza y el apoyo de la gente a la que representa; se
trata de una persona con voluntad firme.
El gobierno de Petro ha traído la oportunidad del
cambio. El cambio no significa esperar a que el presidente lo haga todo con sus
reformas. A mí juicio, el significado del cambio es impulsar para que personas
nuevas, con sensibilidad social, lleguen a ocupar el Estado y que desbanquen a
quienes llevan décadas desangrándolo. A la final, al Estado lo hace la gente, y
necesitamos gente nueva, con ideas democráticas, para lograr un Estado nuevo, amplio
e incluyente. Me parece que Laura Riveros podría aportar a la construcción de
una nueva sociedad para La Vega. Ojalá le vaya muy bien en las elecciones y
que, desde el Concejo municipal, se caracterice por su transparencia y ética
infranqueable. Yo votaría por ella.
Pero no quiero cerrar este escrito sin dejar una cosa
clara: los nuevos liderazgos, entre los que se incluye a Laura, no se pueden
dar el lujo de decepcionar a quienes todavía creemos en un mundo mejor. Estamos
en una etapa de la historia nacional en la que los jóvenes tenemos la
responsabilidad de demostrar que alcanzar una vida digna para todos y todas es
posible. Por tanto, no puede haber errores.
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