Sobre el pensamiento político. Por: Julio César Guasca. (Soacha, Cundinamarca)

 



Sobre el pensamiento político

Siempre he pensado que la política es esencial para resolver todos los problemas que afectan a la sociedad, por lo que la política es un asunto inherente a casi todas las acciones humanas, desde lo micro hasta lo macro, desde las decisiones que se toman en el diario vivir hasta las decisiones que se toman para un prolongado tiempo (años quizás). Se piensa políticamente al dialogar sobre el país mientras se comparte la cena  familiar, se piensa políticamente cuando al calor de un café se toca el tema con los compañeros de trabajo, incluso se construye pensamiento político en el aula de clase cuando el profesor utiliza los hechos coyunturales de la nación y la sociedad para enseñar, y el ejercicio pedagógico-político se ve más enriquecido cuando los estudiantes participan de forma dinámica del debate que el docente ha planteado.

En ese orden de ideas la política se convierte en eje central del desarrollo de la humanidad, muchas de las decisiones, ideas y acciones que a diario generamos pueden estar influidas por alguna concepción política. Incluso para plantear un último ejemplo, cuando los científicos toman como eje estructurador del pensamiento y de su producción intelectual alguna línea epistemológica, tienen una mirada de la realidad que se puede traducir en una perspectiva ideológica y de ahí que también se adhieran a alguna posición política quiéranlo o no, aun cuando muchos científicos pretendan no tomar partido al inscribirse en la supuesta neutralidad de la ciencia. Ahora con lo anterior, no pretendo afirmar de manera ingenua que todos somos conscientes de tal perspectiva política; incluso muchos por apatía o pereza para no comprometerse afirman que son “apolíticos”, nada más rayano en lo absurdo.

De tal manera que la política no es algo exclusivo de campañas electorales, o no es un asunto inherente a los gobernantes y funcionarios que están al mando de las diferentes entidades e instituciones. Toda esta breve disertación, carente de la profundidad que le podría dar un politólogo o un filósofo de la política, está encaminada a dejar por sentado que en estas épocas preelectorales es necesario comprender que la participación en los diferentes procesos y campañas electorales son esenciales para determinar los destinos de los diversos pueblos y ciudades, en el entendido que la participación sí es un asunto preponderante en cualquier sistema que se proclame democrático, y que nosotros como ciudadanos inextricablemente tomamos posición política al participar o no de los diversos procesos electorales, claro está que el no participar resulta siendo más lesivo para la política porque termina siendo una puerta abierta para que la corrupción reine, puesto que los politiqueros de oficio saben aprovechar muy bien la decidida de los que se abstienen de votar al imponer sus implacables determinaciones una vez estén en el ejercicio del poder.

Teniendo en cuenta que la política no es oficio exclusivo de gobernantes y funcionarios, y que a diario estamos permeados por ella, es necesario que hagamos uso de la razón política, o como diría Kant de la razón pública para participar con adecuados criterios en el ámbito electoral, y como segunda medida elegir bien al votar por aquellos lideres genuinos que han encarnado las batallas y necesidades que requieren las diversas comunidades. No obstante hay un tercer elemento, este es que después de elegir es necesario ejercer control político, sea que gane o no el candidato de nuestra predilección.

En ese sentido, otro asunto clave es que el buen político no es únicamente el que gobierna de forma eficaz, sino que también es aquel ciudadano que utiliza su conciencia crítica y plantea reflexiones sobre lo que va bien o mal en la sociedad, y ante todo sobre las decisiones que toman los gobernantes. Un ciudadano que piensa y actúa de forma activa resulta ser el mejor de los políticos pese a que no ejerza el poder en un cargo público. Para ser político solo se requiere pensar en lo que pasa en su entorno y en su país, promoviendo reflexiones que lleven a otros a seguir la cadena de pensamiento sobre lo coyuntural. En estas elecciones por tanto es vital participar con el derecho al voto, pero también es importante promover la reflexión, los cuestionamientos y los diálogos para seguir ampliando la mirada política que muchos per se tenemos por el solo hecho de ser humanos, de allí que Aristóteles afirmaba que nosotros los seres humanos somos “Zoon Politikon” es decir animales políticos. Pues bien, seamos conscientes de que la política a diario la construimos todos, pero que es necesario afinar el análisis en esta contienda electoral que se avecina para elegir a aquellos que gobernarán en favor de nuestros pueblos y dignifiquen el noble oficio de la política como diría Dussel.

 

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